En este destino probé la mejor pizza del mundo. Y un helado en una plaza súper escondida de Roma que solo acordarme de él me hace querer volver. Había unos jardines espectaculares con mirador también desde los cuales se podía divisar un skyline increíble de la capital. En Milán me vine arriba bebiendo Spritz y disfrutando aún más de sus calles y su gente. Pero no te cuento más, mejor mira pequeños momentos abajo. ¡Te van a entrar ganas de ir fijo!